Coser es una de las actividades más relajantes para quienes
disfrutamos pasar horas frente a la máquina, pero como toda actividad
sedentaria, puede provocarnos dolores en el cuello y espalda sino adquirimos
buenos hábitos de postura.
Es verdad que cuando quieres terminar ese trabajo, la
ansiedad que provoca verlo listo, trae consecuencias de tensión muscular que
recién notamos más tarde cuando los dolores empiezan aparecer.
Por eso hoy traemos unos consejos para que este lindo arte de
coser no nos traiga más que satisfacciones.
En primer lugar, la mesa de trabajo, allí donde situamos la
máquina, debe tener una altura ideal. Para saber si es la correcta debemos
comprobar que nuestros codos están al mismo nivel de la mesa, de manera que
podamos apoyar los antebrazos mientras cosemos. Es importante aclarar que si
solo apoyamos los brazos en el borde, nuestra circulación sanguínea sea verá
afectada.
Los pies deben apoyarse totalmente en el suelo y nuestra
postura demás está decir que debe ser erguida, con hombros y cuello en ángulo
recto.
Para comprobar que estamos bien sentadas, nuestra espalda
debería estar apoyada contra el respaldo de la silla, los glúteos en el fondo
del respaldo y las rodillas a la misma altura de los pies. Al coser, solo la
cabeza debe inclinarse sutilmente hacia adelante para ver la aguja de la
máquina y el trabajo que se está haciendo.
La iluminación también es importante para nuestra buena
salud. Siempre es preferible la luz natural, pero en caso de contar con ella,
es recomendable la luz fría para reducir la fatiga visual y los posibles
dolores de cabeza.
Y por último, pese a que a las aficionadas nos encanta hacer
todo el trabajo de una vez, no hay que olvidarse que tomar pequeños descansos,
elongar y caminar harán que nuestro trabajo salga más bonito :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario