¿Cuántas veces no nos ha pasado que tenemos una blusa de seda, pero nos da miedo lavarla y plancharla por miedo a que se estropee?
Para que eso no te pase, Únicosé buscó los mejores consejos para que puedas lavarla y plancharla sin problemas.(...)
1.- Lava a mano la seda en agua tibia. Añade unas gotas de detergente suave a una cubeta o a un lavadero. Frota la seda muy suavemente para deshacerte de las manchas.
2.- Deja la seda remojar de tres a cinco minutos.Luego, enjuaga la prenda en agua pura y tibia hasta que las burbujas desaparezcan.
3.- Estruja la seda con mucho cuidado para quitar el exceso de agua. Envuélvela en una toalla gruesa para absorber el agua restante. Cuando acabes, la seda estará lista para planchar. Ojo, No exprimas la seda con fuerza porque puedes rasgarla; y si no quieres lavar antes de planchar, rocía toda la superficie de la seda para humedecerla.
4.- Revisa que tu plancha de mano no esté sucia o manchada. Límpiala con una pasta compuesta de una cucharada de agua y dos cucharadas de bicarbonato. Espárcela en la plancha, frota ligeramente y quítala con un paño húmedo.
5.- Calienta la plancha en el modo para sedas o en la potencia más baja, si no tiene un modo para seda/telas delicadas. Deja que caliente por lo menos cinco minutos.
6.- Dispón una manta de algodón grande y limpia sobre tu mesa de planchado. La barrera de algodón evitará que los colores de otras telas se filtren a la seda. Tanto la barrera de algodón como el paño de algodón deben ser de algodón puro y de color blanco o natural.
7.- Da vuelta la seda. Se recomienda siempre planchar por la parte interior de la tela; es decir el lado con el acabado mate.
8.- Alisa la seda para que no tenga arrugas. Coloca un paño de algodón sobre el área donde empezarás a planchar. Algo de humedad de la seda podría filtrarse a través del paño.
9.- Presiona la plancha contra la superficie del paño y muévela. Nunca la dejes en un lugar por demasiado tiempo, pues corres el riesgo de quemarla.
10.- Levanta el paño y colócalo sobre el siguiente lugar que plancharás. Cuando termines de planchar toda la superficie, cuelga la seda en un colgador y deja que seque por unos minutos antes de ponértela o guardarla.
Para que eso no te pase, Únicosé buscó los mejores consejos para que puedas lavarla y plancharla sin problemas.(...)
1.- Lava a mano la seda en agua tibia. Añade unas gotas de detergente suave a una cubeta o a un lavadero. Frota la seda muy suavemente para deshacerte de las manchas.
2.- Deja la seda remojar de tres a cinco minutos.Luego, enjuaga la prenda en agua pura y tibia hasta que las burbujas desaparezcan.
3.- Estruja la seda con mucho cuidado para quitar el exceso de agua. Envuélvela en una toalla gruesa para absorber el agua restante. Cuando acabes, la seda estará lista para planchar. Ojo, No exprimas la seda con fuerza porque puedes rasgarla; y si no quieres lavar antes de planchar, rocía toda la superficie de la seda para humedecerla.
4.- Revisa que tu plancha de mano no esté sucia o manchada. Límpiala con una pasta compuesta de una cucharada de agua y dos cucharadas de bicarbonato. Espárcela en la plancha, frota ligeramente y quítala con un paño húmedo.
5.- Calienta la plancha en el modo para sedas o en la potencia más baja, si no tiene un modo para seda/telas delicadas. Deja que caliente por lo menos cinco minutos.
6.- Dispón una manta de algodón grande y limpia sobre tu mesa de planchado. La barrera de algodón evitará que los colores de otras telas se filtren a la seda. Tanto la barrera de algodón como el paño de algodón deben ser de algodón puro y de color blanco o natural.
7.- Da vuelta la seda. Se recomienda siempre planchar por la parte interior de la tela; es decir el lado con el acabado mate.
8.- Alisa la seda para que no tenga arrugas. Coloca un paño de algodón sobre el área donde empezarás a planchar. Algo de humedad de la seda podría filtrarse a través del paño.
9.- Presiona la plancha contra la superficie del paño y muévela. Nunca la dejes en un lugar por demasiado tiempo, pues corres el riesgo de quemarla.
10.- Levanta el paño y colócalo sobre el siguiente lugar que plancharás. Cuando termines de planchar toda la superficie, cuelga la seda en un colgador y deja que seque por unos minutos antes de ponértela o guardarla.
¿Cuántas veces no nos ha pasado que tenemos una blusa de seda, pero nos da miedo lavarla y plancharla por miedo a que se estropee?
Para que eso no te pase, Únicosé buscó los mejores consejos para que puedas lavarla y plancharla sin problemas.
Para que eso no te pase, Únicosé buscó los mejores consejos para que puedas lavarla y plancharla sin problemas.
1.- Lava a mano la seda en agua tibia. Añade unas gotas de detergente suave a una cubeta o a un lavadero. Frota la seda muy suavemente para deshacerte de las manchas.
2.- Deja la seda remojar de tres a cinco minutos.Luego, enjuaga la prenda en agua pura y tibia hasta que las burbujas desaparezcan.
3.- Estruja la seda con mucho cuidado para quitar el exceso de agua. Envuélvela en una toalla gruesa para absorber el agua restante. Cuando acabes, la seda estará lista para planchar. Ojo, No exprimas la seda con fuerza porque puedes rasgarla; y si no quieres lavar antes de planchar, rocía toda la superficie de la seda para humedecerla.
4.- Revisa que tu plancha de mano no esté sucia o manchada. Límpiala con una pasta compuesta de una cucharada de agua y dos cucharadas de bicarbonato. Espárcela en la plancha, frota ligeramente y quítala con un paño húmedo.
5.- Calienta la plancha en el modo para sedas o en la potencia más baja, si no tiene un modo para seda/telas delicadas. Deja que caliente por lo menos cinco minutos.
6.- Dispón una manta de algodón grande y limpia sobre tu mesa de planchado. La barrera de algodón evitará que los colores de otras telas se filtren a la seda. Tanto la barrera de algodón como el paño de algodón deben ser de algodón puro y de color blanco o natural.
7.- Da vuelta la seda. Se recomienda siempre planchar por la parte interior de la tela; es decir el lado con el acabado mate.
8.- Alisa la seda para que no tenga arrugas. Coloca un paño de algodón sobre el área donde empezarás a planchar. Algo de humedad de la seda podría filtrarse a través del paño.
9.- Presiona la plancha contra la superficie del paño y muévela. Nunca la dejes en un lugar por demasiado tiempo, pues corres el riesgo de quemarla.
10.- Levanta el paño y colócalo sobre el siguiente lugar que plancharás. Cuando termines de planchar toda la superficie, cuelga la seda en un colgador y deja que seque por unos minutos antes de ponértela o guardarla.
2.- Deja la seda remojar de tres a cinco minutos.Luego, enjuaga la prenda en agua pura y tibia hasta que las burbujas desaparezcan.
3.- Estruja la seda con mucho cuidado para quitar el exceso de agua. Envuélvela en una toalla gruesa para absorber el agua restante. Cuando acabes, la seda estará lista para planchar. Ojo, No exprimas la seda con fuerza porque puedes rasgarla; y si no quieres lavar antes de planchar, rocía toda la superficie de la seda para humedecerla.
4.- Revisa que tu plancha de mano no esté sucia o manchada. Límpiala con una pasta compuesta de una cucharada de agua y dos cucharadas de bicarbonato. Espárcela en la plancha, frota ligeramente y quítala con un paño húmedo.
5.- Calienta la plancha en el modo para sedas o en la potencia más baja, si no tiene un modo para seda/telas delicadas. Deja que caliente por lo menos cinco minutos.
6.- Dispón una manta de algodón grande y limpia sobre tu mesa de planchado. La barrera de algodón evitará que los colores de otras telas se filtren a la seda. Tanto la barrera de algodón como el paño de algodón deben ser de algodón puro y de color blanco o natural.
7.- Da vuelta la seda. Se recomienda siempre planchar por la parte interior de la tela; es decir el lado con el acabado mate.
8.- Alisa la seda para que no tenga arrugas. Coloca un paño de algodón sobre el área donde empezarás a planchar. Algo de humedad de la seda podría filtrarse a través del paño.
9.- Presiona la plancha contra la superficie del paño y muévela. Nunca la dejes en un lugar por demasiado tiempo, pues corres el riesgo de quemarla.
10.- Levanta el paño y colócalo sobre el siguiente lugar que plancharás. Cuando termines de planchar toda la superficie, cuelga la seda en un colgador y deja que seque por unos minutos antes de ponértela o guardarla.
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